ORIGEN DE LA PROCESIÓN DEL SILENCIO

 

Fruto del importante movimiento nazareno existente en la ciudad en los comienzos del siglo XX, es el nacimiento de este desfile del Miércoles Santo, que desde su creación es denominado de El Silencio.

La fundación de la Hermandad del Prendimiento de Jesús en 1905, es el primer eslabón del mismo, siendo junto con la del Ecce-Homo de san Miguel las integrantes de esta primera aparición en 1905, firmando ambas cofradías la concordia por la que deberá regirse el mismo el día 1 de abril de 1906.

Establece la mencionada concordia, que la presidencia del desfile corresponde a la Hermandad del Prendimiento, y la obligatoriedad para cuantas cofradías pasen posteriormente a incorporarse al mismo, de llevar el capuz blanco.
 
Hasta 1907 se agrupa a este desfile para darle mayor extensión y brillantez, el paso de Jesús orando en el Huerto, con su hermandad de sede en San Antón, que en estos años desfila este día y el de Jueves Santo.

Para la procesión de 1908 se cuenta ya con el paso de Jesús orando en el Huerto, regalo de D. Mariano Catalina, que durante dos años fue portado por miembros de la cofradía de El Prendimiento y desde 1910 pasa a serlo por operarios de la fábrica  de harinas y lanas de los Srs. Peña Muñoz y Cía, hasta que en 1924 constituye su propia hermandad.

Gracias al mismo donante, se incorpora en 1908 el paso del Arrepentimiento de san Pedro (posteriormente conocido como la Negación de San Pedro), portado igualmente por banceros de la hermandad que preside el desfile, hasta que desde 1991 se hacen cargo de esta obligación un grupo de devotos, que no llegan a constituirse en cofradía hasta poco después.

En 1909 una nueva talla, en esta ocasión la de Jesús en el Pretorio, es donada por el Sr. Catalina para completar el desfile, siendo portada, a petición de la hermandad receptora del mismo (la del Prendimiento), por cofrades de la del Stmo. Cristo de la Salud, quienes posteriormente incorporan esta talla al desfile En el Calvario con el nombre de Jesús despojado de sus vestiduras, participando con este paso en los dos desfiles.

En este mismo año con la donación efectuada por D. Mariano Catalina y D. José Cobo, inicia su participación el paso de san Juan y la Virgen, que no se constituirá en hermandad hasta años más tarde, y que es puesta en procesión por un grupo de devotos.

Con esta última donación queda cerrado un primer ciclo en la historia de este desfile, que gracias al esfuerzo de D. Mariano Catalina, de D. José Cobo y de D. Rogelio Sanchiz (ejecutor y coordinador de estas donaciones), en tan solo cuatro años  cuenta con seis pasos para el desfile. Inicia su recorrido desde la Parroquia de san Esteban por la parte baja de la ciudad, para retornar a su origen torciendo al llegar a la subida a la calle del Peso.
En 1993 se incorpora el paso de la Santa Cena, sin constituirse en hermandad, portado en esta su primera aparición por cofrades de todas las hermandades existentes en la ciudad, que en la Puerta de San Juan, son sustituido por empleados de las fabricas de maderas contratados para este cometido. Un año más tarde se incorpora la recién creada Hermandad de san Juan Bautista.
           
En 1940 se organiza en este día, la procesión de desagravio al Nazareno de Sisante, que adquiere especial relieve al ser el primer desfile de la reorganización de nuestra Semana Santa, y al ser la única ocasión en que tan prestigiosa talla desfila por las calles de nuestra ciudad, obteniendo en años sucesivos su anterior configuración, si bien algunos de los antiguos pasos no se verán sustituidos hasta años más tarde, no volviendo a desfilar hasta la actualidad La Negación de San Pedro.

El 29 de Marzo de 1942, se reúnen los hermanos mayores con la autoridad municipal, en las Escuelas de Aguirre para estudiar el cambio del sentido del itinerario, lo que es aprobado, e iniciándose desde esta fecha el desfile hacia la parte alta de la ciudad.

En 1943 se incorpora la Hermandad de san Pedro Apóstol, aun todavía sin paso, constituida por excombatientes, dando origen a larga polémica, y resultando necesaria incluso la intervención de la máxima autoridad eclesiástica, al negarse esta nueva cofradía a mantener el acuerdo constitucional del desfile, en lo que respecta al color de los capuces, y que pese a las numerosas gestiones realizadas, no respetará este acuerdo siendo rojo el color de sus capuces.

           


En 1954 se segrega del desfile la Hermandad de san Juan Bautista, al quedar incorporada al del Martes Santo.
           
El viejo sueño de muchos conquenses de contemplar de nuevo la talla de la Santa Cena en su recorrido por las calles de Cuenca, no se verá realizado hasta el año 1985, al incorporarse el paso del escultor Sr. Vicent.

Dos años más tarde, la Hermandad del Prendimiento, recupera el paso de Jesús en el Pretorio, obra del conquense Barrios, incorporación desgraciadamente provisional, al ser retirada por la propia hermandad, no desfilando en 1991.
           
En la actualidad se convierte en uno de los más singulares desfiles, quedando completo únicamente en la bajada de la Plaza Mayor, tras sucesivas incorporaciones. Desde 1995, se integra en la Junta de Cofradías, una nueva Hermandad: La Negación de San Pedro.
           
                                                                       Antonio Pérez Valero
                                                                       A través de mi capuz
                                                                       Serv. Publicac. Diputación Provincial
                                                                       Cuenca, 1997
                                                                       ISBN. 84-87319-25-4. Págs. 121-123